San Sebastián es uno de esos lugares tocados por la magia. Por eso las puertas de la casa del surf están abiertas a surfistas de todos los niveles y a viajeros de todas partes, para compartir este impresionante lugar con el mundo. Alójate en una preciosa casa en el corazón del País Vasco y empieza el día con un delicioso desayuno casero antes de que tus monitores de surf te lleven a una playa local. Si eres principiante, te pondrán de pie en un santiamén, y si tienes más experiencia, tu guía te enseñará dónde coger las mejores olas. Después de haber surfeado hasta hartarte, vuelve a la casa del surf para comer, seguido de otro surf, una actividad local o tal vez la primera cerveza del día.

El País Vasco ofrece un montón de actividades, desde equitación y parapente para los adictos a la adrenalina hasta rutas de pintxos por las calles de San Sebastián, galardonadas con estrellas Michelin, para los amantes de la gastronomía. Pase lo que pase, seguro que acabará en una fiesta multitudinaria con tus nuevos amigos saltando de un bar a otro al estilo español o bailando hasta que salga el sol en la playa de La Concha. Lo bueno es que el surf es la cura perfecta para la resaca, para que puedas curarte la cabeza cada mañana y volver a hacerlo todo.

Tus comidas están preparadas, tus cervezas enfriadas, tus camas hechas para tu llegada y tus noches de fiesta organizadas de antemano. Qué delicia. Y los nuevos amigos que harás en el Campamento de Surf de San Sebastián son de lo mejorcito que hay. Para este viaje se reúnen viajeros internacionales de mentalidad abierta procedentes de todo el mundo, por lo que habrá muchas lenguas diferentes que aprender e historias que escuchar tomando una cerveza o diecisiete. Todo el mundo es bienvenido, desde los no surfistas hasta los más expertos. Para los principiantes o los que quieren mejorar, sus instructores de surf son divertidos y amables, y las clases de surf están incluidas.